Graciela María González (Bolivia,1996) Artista Visual en práctica desde el año 2015. Parte del colectivo “Por la Recuperación de la Memoria”, colaboradora del “Movimiento Libertad” y la revista Chachapuma.
Ganadora de uno de los premios de la XXI Bienal Internacional de Arte de Santa Cruz de la Sierra. Ha participado en diversas exposiciones en Bolivia incluidas la Bienal de «Contextos» en Cochabamba y La Paz, Kiosko Galería y el Museo de Arte Contemporáneo en Santa Cruz de la Sierra y exhibiciones internacionales en Chile y Suiza.
• Sin titulo (Ejercito), A Ediciones. La Paz, Bolivia. 2018.
- Lucia Carvalho,
- Aldahir Montaño
- Christopher Wilsterman
- Alcira Angelo
- Fernando Molina
- Maria Edith Pereira Salas.
Graciela María González
Torbellinos
Anoche no pude dormir bien
llegó el viento del sur para enredarse con
el norte y mis sueños.
Amaneció.
Vi el polvo levantado entrando por las grietas.
Su silbido incesante
habitaba todas las esquinas.
Por ultimo arribó el frio.
Me levante intranquila
preguntándome si los pájaros vuelan
en situaciones así
por qué no he escuchado ninguno
todavía.
Me dices:
“Hay que volar con la corriente,
no en contra”.
Pero qué pasa
si me estrello contra una ventana,
me enredo en los cables,
o peor
¿Qué pasa si me enamoro?
Celebración.wmv
Destello.
Sonrío,
dejo de sonreír.
Alguien arroja una
risotada
(digan whisky!)
Sonrío,
destello.
La fotografía queda
conservada detrás de
los espejos
y uno por uno
regresan a sus mesas.
Después
bailarán,
se irán a sus casas,
viajarán,
adoptarán un gato,
tendrán más fiestas,
bodas, cumpleaños.
Comprarán leche en el
supermercado.
Se cortarán el pelo
aparecerán nuevas
cicatrices.
Envejecerán todos a
velocidades distintas.
Dejarán de recibir
llamadas telefónicas.
Vestirán de negro
olvidarán.
Pero en esa fotografía
de años atrás
todavía no encendimos
las velas.
Vestimos de colores,
todos gritamos whisky
y nadie regresó a su
mesa.
Quizás
Quizás los años me vuelvan menos sensata
y esa lucidez que tanto anhelo
la perdí al crecer.
Quizás leer no me ayude a interpretar mis sueños.
Quizás todo lo que sabré en la vida
ya lo sabía, lo heredé al nacer.
Quizás y lo olvidé
mientras aprendía otras cosas
como a calcular la velocidad de los trenes,
las parábolas hipotéticas, vectores
triángulos y cosas que nunca más necesite utilizar.
Quizás solo tengo que recordar.
Temblores
No puedo sentirlo pero lo sé.
Grietas en las paredes
apareciendo (como arrugas).
El techo se sacude cada instante.
Temo que finalmente se derrumbe.
Temo que mi casa,
mi cabeza,
pierda cada día más terreno.
Temo que la pintura blanca
se resquebraje
que contenga tanta humedad que salga moho
que deba mudarme.
Como si pudiera alojar mi conciencia
en alguna otra cavidad
o dejarla flotar en el aire.
Las partículas de polvo
finalmente se asientan en algún lugar.
2020 en 3 partes.
I.
Camino.
Galope acelerado.
Levanto polvo.
Respiro.
El humo de las avenidas
es cemento.
No tengo caminos cerca del horizonte.
Las estaciones no varían.
El invierno nunca sofoca al sol
y el otoño
no muere lo suficiente.
No hay brisas.
No hay huellas en la acera.
No tengo caminos cerca del horizonte.
II.
Cuerpos.
Cuerpos vacíos
llagas de viento
tórax magullado
soplo en el corazón.
No vuelven.
III.
Hoy
hasta un suspiro
podría reventar mis pulmones.
Cuatro semanas pasaron por fuera de cuatro paredes.
Día cien.
Hito que desearía omitir.
Cargo un cúmulo de memorias sin un calendario que
las reclame.
Pesadez.
Despierto
cada día
más
cerca
del
suelo.
Pandemia en tránsito
Plástico
recogemonedas
nos divide
entre transitantes
visitantes
y perpetuos conductores
“pasaje único 2 bolivianos”.
Plástico
translúcido
el bolsillo se rasga
los cierres se arruinan
ya no cierra.
Vuelve a circular
volvemos a compartir
el mismo aire.
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19 febrero, 2021 at 18:05