Víctor Hugo Díaz | Chile

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Biografía

Víctor Hugo Díaz nació en Santiago de Chile en 1965. Ha publicado “La comarca de senos caídos” en 1987, “Doble vida” en 1989, “Lugares de uso” en 2000, “No tocar” en 2003, “falta” en 2007, “Antología de baja pureza (1987-2013)”, México, 2013, “Hechiza, poemas anticipados”, México, 2015, “Antología de la Poesía Chilena del Siglo XX” Ediciones Vitruvio, España, 2016 y “Lo puro puesto”, Chile, 2018. En 1988 obtuvo la primera Beca de Creación Taller Pablo Neruda; en 2002 la Beca de Creación del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. El año 2004 ganó el Premio Pablo Neruda en su Centenario, por trayectoria y obra, otorgado por la Fundación del mismo nombre. Sus poemas han sido publicados en diversas revistas y antologías, además cuenta con numerosos trabajos críticos acerca de su obra.

 

Víctor Hugo Díaz

 

Con la intención de conocer cómo experimenta cada autor/a el cierre del poema, proponemos estas cinco preguntas tipo, mediante las cuales esperamos encontrar similitudes y particularidades entre las respuestas de cada uno/a de nuestros/as invitados/as. 

 

¿Cómo enfrentas la escritura del poema? ¿En qué punto consideras un texto próximo a su cierre?

Tal vez antes de enfrentarlo, deba primero intentar descubrir desde dónde sucede. En mi caso, se presenta como algo parecido a un inexplorado espacio vacuo, significativo y vital, que requiere ser llenado, que exige su forma y su identidad subjetiva. Como un extrañamiento, una incertidumbre, una incompletud demandante que no tiene que ver con la necesidad, eso que falta y que en nada se relaciona a la carencia. 

Este insistente apego a la experiencia poética, se me asemeja también a una adicción, a ese constante buscar el estado o volver al estado. Y cuando se cree que ya se logró, cuando se alcanza “el efecto”, la figuración de su imaginario estético (creado y único, porque si puede caber en otro cuerpo, no es poesía) y ya está sustentado en su material propio de construcción, que es la palabra; entonces me parece concluido, claro, hasta que regrese de nuevo la privación por aquello inasible de las cosas sucediendo, que se viene a los ojos. Esta condición es inherente a la cualidad esencial de la poesía, en su esfuerzo por explorar y explotar el enigma que hay en una veta de vida sólida, pero dentro de un mundo tan conocido.


¿Qué importancia juega la revisión/corrección en él? ¿Existe una lectura por parte de terceros?, y si la hay, ¿cómo dialogas con las sugerencias u observaciones recibidas?

Creo que si muestras lo que estás escribiendo, es a alguien que puede incorporarse y siempre es bueno escuchar, eso no significa necesariamente seguir las recomendaciones, pero creo que sirven. En mi caso pocas veces comparto el proceso, cuando escribo intento llegar a ese estado de lector externo, ausente, simultáneo y pasajero. 

Respecto a la revisión intensa y quirúrgica, me parece fundamental, creo que esa es, como resultado, la escritura; tal vez en realidad, el proceso sea la obra. El otro día hablaba con una poeta que me decía “sí claro… la corrección es parte de escribir”, pero eso me parece de receta, de diccionario, de alguien que habla desde el otro lado de la vitrina, desde la información. Recoger apuntes, intuiciones, fraseos, signos, voces, materia prima simbólica y contexto, es solo eso: boceto, observación y apunte. La verdadera escritura, el acto de escribir poesía, se ejecuta ahí en la afinación del cincel, en la fumigación del ripio; es decir en la Corrección. Ahí se llega al objeto escrito, a la intuición que exigía su forma, al poema. 


¿Consideras que el poema ve afectada su naturaleza cuando alguien sugiere modificaciones y el autor acepta estos cambios? ¿Pierde autoría?, ¿se colectiviza el poema? ¿O este proceso resulta, más bien, parte de una operación complementaria que no interviene significativamente el texto?

En la respuesta anterior me parece haber aclarado mi opinión frente a compartir o colectivizar el proceso de escritura, al menos en mi caso. Lo que me interesa mucho destacar en la pregunta, es el concepto de la autoría, qué pasa tras un posible ejercicio plural y los nuevos sentidos que éste pueda indicar o modificar. A mi parecer, independiente del método, lo que importa es el resultado; en la conclusión del poema, está la autoría. 


¿Qué es lo que el autor no ve en su propio poema?

Todo lo que hay en el próximo, en ese que aún se está por escribir.


Por último, a nivel nacional, ¿existen dinámicas de lectura crítica —previa publicación— entre el sello editorial y el/la poeta?

Sé que existen algunas acciones individuales y esporádicas, pero la verdad no manejo el operar de las editoriales, además supongo que cada una tiene su propio modo.

 

 

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1 comentario

  1. victor Hugo Díaz

    Que bueno el concepto de Transfronteriza, Tachado, es lo que es , Poesía sin apellido. Además es una iniciativa Transfronteriza, que se saca a sí misma ese uniforme

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