Edgar Soliz Guzmán: (Oruro – Bolivia). Escribe poesía, cuento y crónica de tema homoerótico. Mención Concurso de Cuento Breve “Oscar Cerruto”- 2008. Premio VI Festival de Composición Poética “Pluma de Plata – Juan Huallparrimachi”- 2012. Mención XL Concurso Municipal de Literatura “Franz Tamayo”- 2013. Mención II Concurso Municipal de Poesía “Edmundo Camargo”- 2014. Mención Concurso de Cuento “Extra – Editado” de la Editorial Yerba Mala Cartonera – 2014. Mención XLII Concurso Municipal de Literatura “Franz Tamayo”- 2015. 2do Lugar XLIV Concurso Municipal de Literatura “Franz Tamayo – versión poesía”- 2017 con el poemario Sarcoma. Su libro Eucaristicón ha sido seleccionado entre los 13 libros finalistas del Festival Internacional de la Lira (Cuenca – Ecuador, 2017). Ha formado parte de antologías, y revistas de poesía digital, nacionales, chilenas y mexicanas. Ha participado de encuentros poéticos nacionales, chilenos y peruanos. Ha publicado Diccionario Marica (Fundación Editorial Q’iwsa – 2014), Eucaristicón (Cascahuesos Editores – 2016), Sarcoma (Editorial 3600 – 2018) y Gay discreto busca heterocurioso (Movimiento Maricas Bolivia – 2018). Rojo, pobre, cholo y maricón.
Festival de poesía sudaka, marica, machorra, queer y trava
Pensar – hacer lo sudaka como un territorio poético
12, 13 y 14 de septiembre de 2018, La Paz – Bolivia
Cuéntanos ¿de qué se trata este festival y cómo nace la idea de realizarlo?
El “Festival de poesía sudaka, marica, machorra y trava” se cocinó entre tertulias, ferias y charlas maricas. Es el brote de una semilla que se ha esparcido a lo largo de la cordillera, desde Tierra del Fuego hasta las heladas cumbres del Illimani. Organizado de la mano de Ají Ediciones y el Colectivo AJÍtamos de Leandro Gonzales, de la región patagónica argentina, Almatroste Trans/cultural de Cesar Antezana y Movimiento Maricas Bolivia. La idea inicial surge mucho antes, en alguna borrachera de algún encuentro poético transfronterizo, y se materializa este año porque surge la necesidad y la gana de juntar a poetas cuyas voces y escrituras expliciten la incorreción política no heterosexual. Inicialmente se ha pensado como un encuentro poético, sin embargo, a lo largo del camino han surgido propuestas artísticas variadas que trabajan el lenguaje en otros soportes y que están siendo convocadas al festival. De este modo el festival, cuyo centro es la poesía, reflexiona sobre el lenguaje, los usos del mismo y sus diversos soportes como el performance, el baile drag folk, el canto folclórico, la trova, el punk, las artes visuales, etc. Sería equivocado pensar un festival poético basado sólo en la escritura cuando se sabe que lo poético, o el trabajo poético con el lenguaje, adquiere dimensiones que sobrepasan el espacio escritural.
¿Por qué Sudaka?
«La palabra sudaca es, según la definición del DRAE, una expresión despectiva utilizada en España para referirse a los naturales de América del Sur. Escrito sudaka hace énfasis en la pronunciación y señala la incorrección política desde donde se asume el festival de poesía, como lugar de enunciación. El festival se plantea sudaka como una forma de pensar lo latinoamericano desde la escritura, especialmente la poesía, y la disidencia sexual. Este pensar – hacer, forma de asumir el quehacer poético, involucra los usos de la palabra sudaka que siempre han estado ligados a la marginalidad, la migración, lo indígena y, por supuesto, la disidencia sexual (maricas, tortilleras, travas, etc.) Este nombrar, como función del lenguaje poético, o nombrarse en lo sudaka supone asumir la carga peyorativa, deconstruirla y resignificarla para nombrarse en la palabra y posibilitar un nuevo espacio sudamericano, casi como una territorialidad, la poesía.
Sudaka posibilita pensar las disidencias sexuales desde lo políticamente incorrecto, poéticas maricas, tortas y travas atravesadas de lo indígena, empoderadas en la marginalidad y con una fuerza descomunal a partir de la toma política de la palabra. Supone reivindicar la anormalidad, pensar el cuerpo – territorio en el que fluyen los deseos no heterosexuales y desatar esas voces que gritan mientras la escritura. Sudaka, reterritorialidad poética, es una de las posibilidades en las que el lenguaje poético es el punto de llegada para nombrarse asumiendo la disidencia sexual como finalidad poética y detonarla a partir de ahí.
¿Cuál ha sido el proceso de gestión?
En su primera etapa, y también en esta, el “Festival de poesía sudaka, marica, machorra y trava” se ha manejado desde la autogestión a través de la página ideame.com. La idea era generar colaboración en dinero a cambio de paquetes de libros de las poetas del festival y la antología “Poesía Sudaka”, se ha logrado poca colaboración. Después recurrimos a varias embajadas de las que no recibimos respuesta alguna. Como última instancia gestionamos algo de dinero con la Secretaria Municipal de Culturas del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz que nos está permitiendo cubrir algunos costos como ser alojamiento y pasajes terrestres de algunas poetas. Por su parte el Centro Cultural de España en La Paz está colaborando con el espacio, agenda de medios y parte de la logística para los días 13 y 14 de septiembre. La Casa del poeta va a colaborar con el espacio el día 12 de septiembre, la apertura. Por otro lado se han realizado dos fiestas sudakas en el Almatroste trans/cultural para recaudar fondos y la cosa ha resultado muy bien. Creo que cabe preguntarse por el trabajo de gestión cultural, en La Paz, como en el resto del país, es un trabajo gratuito y de pura responsabilidad. Hacerse cargo de lo que a uno le toca a pesar de los obstáculos económicos, el festival marcha.
¿Qué rol, piensas tú, juega una iniciativa como ésta dentro del panorama poético en la región?
En este momento no podría decir qué rol juega el festival en el panorama poético de la región. Por un lado habrá gente que le reste importancia porque el festival pone en discusión el hecho literario ligado a la marca autor – autora, explicitando la orientación sexual e identidad de género de las autoras, las poetas. Para la academia literaria un hecho irrelevante porque se asume lo literario desde un carácter universal del trabajo en la escritura, sobre todo con el lenguaje poético. Una insistencia en no nombrar la literatura o poesía homosexual sino a través del tema que se trabaja en la propuesta, es decir condicionar lo literario invisibilizando la marca autor – autora. Ahora, el festival no pretende crear una suerte de gueto poético ya que la poesía marica, marimacha y trava no es un género literario, y mucho menos un subgénero. Al contrario, la propuesta temática o no, proviene de poetas que reflexionan su enunciación homosexual de la mano de su trabajo con el lenguaje. Por otro lado, quizá lo coherente del festival, se recupera en lo que Didier Eribon plantea al respecto, es decir ese “anclaje biográfico sexual en lo que uno escribe y que impregna lo que uno escribe de manera inevitable”. Entonces, no se podría separar la sexualidad del autor y del texto, pero tampoco es la única manera de leer o ingresar al texto. Aquí lo importante es lo que han estado haciendo todas las poetas invitadas al festival, replantear su particular punto de vista para convertirlo en universal, parafraseando a Monique Wittig. Ya el hecho de que el festival se plantee desde lo multidisciplinario es una apuesta por seguir pensando el lenguaje en sus diversos soportes, sumado al trabajo de enunciación, políticamente incorrecta, marica, marimacha y trava. Quizá esta particularidad le otorgue un sitio especial al festival que no se ha trabajado en otros festivales de poesía, he ahí la expectativa que va generando, también.
¿Quiénes formarán parte del Sudaka?
Reivindico mi derecho a ser un monstruo / que otros sean lo normal dice Susy Shock, poeta y cantante trans argentina, en su poema – manifiesto “Monstruo mío” y posibilita la polisemia del lenguaje poético desde esta imagen del monstruo, contranatura, fantástica, excesiva, fea, perversa, extraordinaria, etc. Casi como un devenir en el lenguaje Susy Shock se reinventa, palabra por palabra, a partir de su mutar como noble ejercicio, la cotidianidad rabiosa de su ser.
Si lo sudaka está ligado a las formas clandestinas de habitar el territorio, la poesía sudaka se inscribe como lectura de ese habitar que trasciende la vida misma y se reescribe en el cuerpo – territorio como urgencia biográfica para entenderse, Francisco Vargas Huaiquimilla, poeta mapuche, re crea el designio de su pueblo en la poética de los territorios del sur chileno. En la misma línea Fidel E. Chaparro Torrez, poeta peruano, piensa la ciudad de Lima desde la memoria homoerótica para habitar la herida de sus calles como buscando saciar la soledad, rito iniciático, bebiendo de esa miel en el pliegue del pan traserado. Cesar Antezana, poeta boliviano, en su poema “Animal inicial” traza los itinerarios del silencio en el principio de todo, la palabra que tantea su propio camino mientras preexiste esperando nombrar, esperando ser. Lo sudaka como ejercicio de re escritura constante, como ese gesto que conjura los sentidos para encontrar la palabra y ahogarse en el signo lingüístico mientras lo único concreto es la imagen que se desliza entre las palabras / como leche de luciérnagas para volar, escribe Héctor Hernández Montecinos, poeta chileno. En otra línea están las voces de Herman López Yapu, Ronald Céspedes y Leonel Inti, poetas bolivianos, que exploran el manifiesto político – poético en las formas inmediatas del lenguaje que, sin embargo, adquieren dimensiones grotescas, sarcásticas y subversivas.
De lo monstruoso, planteado por Susy Shock, bebe el festival de poesía sudaka para generar vínculos políticamente incorrectos. Poetas como la peruana Melissa Ghezzi que ha antologado el libro “Voces para Lilith. Escritura contemporánea de temática lésbica en Sudamérica” (Estruendomudo, 2011) y plantea su escritura como ejercicio de diálogo amoroso entre mujeres. Por su parte Rosario Aquim, poeta boliviana, explora imágenes exuberantes para inscribir, desde lo andrógino, a sus musas o demonios como seres de fuego por quienes sucumbe su yo poético. Joan Villanueva explora el cuerpo, la corporalidad y sus excesos como consecuencia del deseo que desborda la unidad cuerpo para hacerlo estallar en el lenguaje. Nombrar a la seductora, a la inventora, a la tejedora, a la temible mujer / del abismo / de miedo, como lo hace Janina Camacho, politizando los usos del lenguaje como la cruel invención de los desvaríos. Por su lado Noelia Rendón y Consuelo Torrico están explorando el tiempo como encuentro de lo erótico en la escritura.
Sin la necesidad de otra etiqueta el Festival de poesía sudaka, marica, marimacha y trava permite pensar otras dimensiones del lenguaje poético desde la fractura del mismo. Completan las invitadas artistas performers sudamericanas como Q’iwsa Queer (Jhon Callisaya) y Flavia Lima de Bolivia y Bartolina Xixa Drag Folk (Masi Ivan Mamani) de Salta Argentina. Y los grupos de música como Adagio (trova y música latinoamericana), las Warmi putas (punk anarco feminista) y Susy Shock (canto folclórico del sur argentino).
Coméntanos sobre la programación y las temáticas a tratar.
La principal actividad del festival es pensar – hacer lo sudamericano desde la apropiación de la injuria, como la sudaka, marica, torta, trava, y la poesía como territorialidad poética. Alrededor de ello se sumarán actividades como la instalación de la Feria del libro de poesía y disidencia sexual los 3 días del evento, generando un intercambio permanente entre las autoras y el público lector. Por otro lado las lecturas de poesía están programadas desde el primer día con la presentación – lectura de la antología “Poesía Sudaka”, editada por Aji Ediciones de la Patagonia Argentina, se pretende que las lecturas de poesía sean lúdicas. Asimismo, tenemos programado realizar charlas sobre poesía marica, machorra y trans, creemos importante discutir sobre la literatura de la disidencia sexual, su enunciación discursiva, el tratamiento de sus principales temas, la circulación a nivel latinoamericano, su literariedad, etc. Por lo mismo, abriremos espacios para la presentación colectiva de libros de poesía y otras artes de las autoras del festival. En la antesala del cierre de cada jornada tenemos performance a cargo de artistas que trabajan el lenguaje corporal como Q’iwsa Queer, Flavia Lima y Bartolina Xixa Drag Folk. Y para cerrar cada jornada tendremos música de Adagio (trova y música latinoamericana), las Warmi putas (punk anarco feminista) y un recital de Susy Shock (canto folclórico del sur argentino). Celebrando este encuentro las lecturas y fiesta sudaka se realizarán, desde las 22:00 horas, todas las noches en el Almatroste trans/cultural en pleno centro de la ciudad de La Paz.
¿Cómo esperas que sea la recepción de esta propuesta entendiendo tu disidencia frente al movimiento TLGB?
El Movimiento TLGB de la ciudad de La Paz y Bolivia siempre ha tenido cierta indiferencia con las actividades que realizamos desde Movimiento Maricas Bolivia, quizá se deba a que siempre aclaramos que no formamos parte de esas instancias y tampoco nos sentimos representados por ellos y ellas. Este festival no es un encuentro o una actividad TLGB, no la planteamos de ese modo, creemos importante alejarnos de lo institucional que significa la sigla TLGB y por ello lo planteamos como Sudaka, marica, machorra y trava, lo políticamente incorrecto. Además que el centro de este festival es el lenguaje y el trabajo con el lenguaje poético, de ahí que nos atrevemos a pensar – hacer lo sudamericano desde la apropiación de la injuria, como la sudaka, marica, torta, trava, y la poesía como territorialidad poética. El festival se está planteando de este modo, nuevamente, y creemos que es un elemento importante el poder de la palabra, su resignificación constante, la escritura poética – política, el trabajo del lenguaje, los soportes varios del lenguaje y cómo todo ello repercute en el cuerpo, la sexualidad y, por supuesto, la literatura, nuestras literaturas. A partir de ello, la idea es desbordar el lenguaje, como se desborda el cuerpo y la sexualidad, no vamos a crear otra sigla o agregar otra letra a la ya existente, no vamos a generar otra norma lingüística para la homosexualidad, no.
¿Consideras la opción de proyectar “Sudaka 2019”?
Queremos disfrutar este festival como un encuentro de lenguas entremezcladas en el ajetreo coital, erótico, afectivo. Tenemos la certeza de que nadie va a salir ileso de este encuentro, todas vamos a dejarnos afectar por la palabra y si algo se moviliza en cada una a partir de esta afectación habremos cumplido con lo que deseamos. Reescribir, constantemente, lo monstruoso de nuestras existencias. Mañana pensaremos si posible proyectarlo a futuro o nos quedaremos, egoístamente, con la experiencia única.
PROGRAMACIÓN
Festival de poesía sudaka, marica, machorra, queer y trava
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