Claudia Pardo | Bolivia

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Claudia Pardo

BiografíaPublicacionesAutores Recomendados

Estudió Literatura en la Universidad Mayor de San Andrés y posteriormente se graduó de la Maestría en Literatura Latinoamericana en la misma universidad. Posee diversas publicaciones en el área de investigación y específicamente, sobre la obra de Arturo Borda. Es directora de la colección de poesía en la Editorial 3600, docente en la Universidad Católica Boliviana y del colegio Saint Andrew’s.

-Residuos de noviembre: pieza asimétrica del tiempo (Editorial 3600. La Paz, 2013)
-Antología Tea Party 5. Muestra dinámica de poesía latinoamericana (Editorial Cinosargo, Arica, 2016)

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Fernando Rosso  (Bolivia)
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Rocío Ágreda  (Bolivia)
-(Bolivia)

 

Claudia Pardo

 
 
 
 
Domingo: el signo del porvenir

Amanece el retrato de la sombra
entre sueño y desvelo
la mitad del deseo de una alucinación perdida:
recuerdo inventando de lo estático
Cuando por fin tomo conciencia de que estoy en vida
de que sigo el número en el circo
otra vez estreno la rutina
otra vez entreno el recuerdo
otra vez pierdo el sentido
Entonces es domingo
o quizás ya pasó,
pero la premonición permanece
en el umbral de un viejo comienzo
Permanece.

 
 

El día después del fin: sábado

Mi camino
el que trato de revertir
de fragmentar
¿Cómo desestructurar un tiempo que después de concebir la normalidad se
hace irremediablemente lineal y paradójicamente repetitivo?
Quizás encuentre el gesto en una envoltura de chicle en la calle
pero imagino plagiar una escritura circular
aquella palabra divina que esconde el acto
Sin éxito:
ensayo.
 
 
 

Viernes 13

Parece una parodia
pero es otro día rifado y partido
No alcancé a decir que todavía pienso que existo
mas sé que aquello no implica materia
sino herida
Este momento poseso espécimen de cuerpo quebrado
finalmente un tipo de consuelo
trece
lo que pierdo.

 
 

El aleteo de un jueves refrigerado

Hoy es extravío,
antes de ayer
esto que digo tenía sentido
simple
la voz del despojo del deseo
¿Cuánto habré de desposeer en este tiempo?
Cada segundo
el castillo construido con la fibra del hielo
me mira juzgando la destrucción
Aquí ya no espero
Me expulsaron de esta palabra.

 
 

Martes o la revelación de la reverberación

Aquí encuentro el punto
el sitial de mis huesos como el estandarte del cuerpo
Aquí yace el punto luminoso del caos es
eso que no se dice, lo que es imposible ver
Empiezo a escuchar
El ruido, una chirriante disonancia
imágenes entre ramas y enredaderas fosforescentes,
infinidad de vacíos
Nada encuentra nada
es la danza de caos primigenio
el núcleo de esta construcción
Una partícula, un accidente

 
 

Febrero chorrea cuesta abajo

«Llora, llora
el alma mía penas del ayer.
Nubes negras pasan por mi mente,
sangra el corazón.
Es Virginia
niña mía
que muy lejos se nos fue».

La Huérfana Virginia

En la base de este chuflay
veo mi magen.
Un craneurisma suprafacial
miles de puntos, circularidades oblicuas
lazos tiesos, verdes y negros,
una herida muy roja y apátrida.
El hielo,
la historia petrificada en un objeto
ni tan maravilloso ni tan claro,
y las burbujas
34 35
escapándose por las puertas
Y tu cara de payaso,
ese lado sustancial
Tu misterio,
la calle que va de bajada
caminos bifurcados
los orines
El destino
al costado de la segunda costilla del perro
ese residuo es:
mi fotografía.

 
 

Cuando marzo calla

Hoy nadie despertó
Las grietas de este cuerpo se abren
Y los perros disfrazados ladran fuerte
Hoy nadie comió
Desaparece el mundo en tu dedo índice
el silencio se apropia del instante
en el templo de los huérfanos
Hoy nadie muere
la pesadilla florece cual crisálida de este sujeto
el sueño gotea
Mañana sólo queda ese quiebre que duele más que la montaña.

 
 

Abril del otro

Este es el homenaje a quien se sabe próximo
la sombra de la estirpe de un perro callejero
el torpe golpe que cambia el destino
ese gesto que se va
¿Cómo permaneces si has desaparecido?
Una imagen vieja cuando cierro los ojos
una chompa con olor a guardado
una lámpara de lata
un disco compacto rayado
Te has convertido en fetiche
el recuerdo retuerce cuando narro una historia falsa
Allí te has estancado en un malabar con esferas vacías
Mi vicio
Que fueras
Que significa
Mi residuo.

 
 

Parte II: un acercamiento lésbico

Este pedazo lo compartes
con ese otro, el prestado
¿te acuerdas?
El fantasma de la cifra
el que corre en medio de las cordilleras
el que huye de las afirmaciones
él mismo
Cuando sujeté su meñique
supe que entre nuestros ojos existía un desierto
Un lugar salado y permanente
Cuando giré los ojos hacia atrás
lo encontré oculto
precisamente en ese grano de arena
En el vacío del espejo
Contéstame.

 
 

12:21

Esa coincidencia inventada
el deseo de pensar lo mismo
de ser lo mismo
Tanta repetición en vano
tanta necesidad negra
esa imagen borrosa de tu mano
eso que se siente y no existe
Finalmente quedan las alertas
el sonido agudo de un instante
la parte inacabada de tu mortaja
este signo.
 
 
 
 

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