Pablo Fidalgo | España

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En 2012 gana el Premio Injuve de poesía por el libro La retirada. Ha sido artista residente en diferentes centros de creación como Centro CIA (Buenos Aires), Centro Cultural Vilaflor (Guimarães), SOMA (México DF), Centro Dramático Galego (Santiago de Compostela), Aula de Danza de la UAH-La Casa Encendida (Madrid), Cal Estruch (Sabadell), Centro Párraga (Murcia), Azala (Álava) L’animal a la esquena (Girona). Ha estrenado piezas teatrales en colaboración con los artistas Miguel Bonneville (¿Qué hacen a estas horas los coroneles?, 2014), Fon Román (Persona non grata, 2014), Uxía P. Vaello (Quiñones/Vaello, 2014) y Estefanía García (La democracia, 2009). Desde 2004 hasta 2013 formó parte del colectivo La tristura. En solitario ha creado las piezas escénicas O estado salvaxe. Espanha 1939 (2013), y Habrás de ir a la guerra que empieza hoy (2015). Su trabajo ha sido presentado en España, Portugal, Italia, Francia, Alemania, Polonia, Cuba, Guatemala, México, Uruguay, Brasil, Argentina y Chile. Con Cláudia Dias ha creado, dentro del proyecto Sete anos, sete peças, Segunda Feira (Estreno en Febrero de 2016, Munchner Kammerspiele, Munich). Su pieza para adolescentes Só ha uma vida e nela quero ter tempo para construir-me e destruir-me, ha sido puesta en escena por Ana Borralho & Joao Galante. En Abril de 2016 estrenó junto a ellos Allez mourir plus loin (HumaintropHumain, Montpellier).

-La educación física (Pre-textos, 2010)
-El tiempo de las tragedias absurdas (Fundación Cuña-Casasbellas, 2012).
-Mis padres: Romeo y Julieta (Pre-textos, 2013)
-Só ha uma vida e nela quero ter tempo para construir-me e destruir-me (Ciclo Panos, Culturgest, 2015, traducción de Francisco Frazão)
-Os meus pais: Romeu e Julieta (Averno Editora , 2015, traducción de Manuel de Freitas)
-Contra mí vivíamos mejor (Ediciones Neutrinos, Argentina, 2014)
O estado salvaxe. Espanha 1939 (Ediciones Neutrinos, 2015).

-Carlos oroza (España)
-Uxio novoneyra (España)
-Olga novo (España)
-Estevo creus (España)
-Xose maría alvarez caccamo (España)

 

 

Pablo Fidalgo

 

 

 

Porque siempre llegamos a la noche
desde días distintos.
Porque hemos encendido la luz.
Porque siempre hemos vivido
en la fría habitación del hijo único.
Porque si tu época se ha detenido
piensas que es por ti.
Porque nunca aprendimos a ir a dormir
sin que pareciera un fracaso.
Porque sabíamos la fuerza que teníamos
y nunca nos creímos que nadie
estuviese cansado.
Porque en el juego de nuestra juventud
el que antes se duerme
lo pierde todo.
Porque nunca supimos exactamente
de qué habitación venía el dolor.
Porque llegamos a las estrellas
desde cielos distintos.
Nunca más volverás a amar
como el día que yo te desnudé,
nunca olerás tan bien
como en el poema que te escribí.

Nos elegimos como la más frágil
entre todas las cosas frágiles.
Elegimos la forma más lenta de volver a casa
pero ya estamos cerca.

 

 

Todos creamos una luz en la habitación.
Unas luces se hacen grandes y ocupan el mar,
otras se quedan escondidas
y allí sobreviven esta noche.

Hemos cogido nuestros muebles en la calle
y también nuestros vestidos.
Así te recordaré, madre, amigo,
con tu pequeña luz en la calle y yo aquí dentro
diciéndote que entres ya.
Éste es el mundo que yo quería reflejar:
un mundo donde las madres juegan en la calle
y los hijos las llaman para cenar,
y ésa es la última cena.

Me rindo ante todo lo que ha ocurrido
en las últimas horas, cómo me dormí, cómo pensé
que me llevabas para siempre en una barca.
¿Me dirás tú la diferencia entre rendirse
y darse por vencido? ¿entre abandonar y retirarse?
¿llegaremos a la palabra más pequeña?

Nunca los días se habían movido a esta velocidad.
Las horas te secan aunque tú no recuerdes
haber estado nunca en el agua helada.
Lo has llamado sacrificio, obediencia, retirada.
La luz se dirige hacia esta forma de no entender la vida.

 

 

Hubo un hombre caminando por Italia
Una noche de lluvia y un hospital secreto

Hubo una enferma allí dentro
Bella como nada que yo haya visto
Hubo un gran amor un gran viaje
Hubo un ser poseído por algo que no era de este mundo
Hubo una mujer enferma
Que secó al hombre cuando llegó al hospital
Todo se definió desde entonces
Hubo un parto limpio
Hubo un vocabulario al que limpiarle la sangre
Hubo una primera vez
Hubo alguien que me detuvo en la puerta del hospital
Y entonces empecé a hablar
Dije si no me admites como a un enfermo
Admite que el mundo es salvaje y que llueve
Que he tenido que huir
Admite que quizá el verano de mi vida
Está en el jardín de tu hospital
Admite que este día ha sido difícil para mí
Y que puede que tarde tiempo en curarme
Hubo un médico traicionado
Hubo un hombre y una mujer que escaparon del hospital
Hubo después de muchas noches de lluvia
Una mañana de luz
Hubo un hombre y una mujer
Que envejecieron pensando
Será sólo un momento
 

 
Dejemos que las cosas ocurran, esta vez de verdad.
No nos perdamos otra vez en el viaje
de lo grande a lo pequeño.
Llegarás a Torino en avión, atravesando los Alpes.
Prende il Pullman, y baja en la estación de Porta Susa,
camina San Donato y al pasar el cine Roma Blue
gira a la derecha. Yo no saldré a encontrarte.

Será de noche, poco después tu cara será iluminada
por la luz naranja de la parada del tranvía: Livorno.
Una ciudad bien iluminada por la noche
nos conducirá a la revolución,
de momento es la felicidad.
Japón. La terra torna ancora a tremare.
Y siento que ha sido el comunismo,
su éxito y su fracaso, la idea del comunismo,
lo que permite que nos encontremos año tras año
en ciudades tan lejanas, en poemas tan distintos.

Un poco más, y estarás conmigo.
Si consigues orientarte sólo con mis palabras,
sin otros mapas ni otros libros,
tu mente se irá reparando y llegarás curada.
Creo que me has descubierto.
Palabra por palabra, recordamos la lengua en la que crecimos,
y aún pienso que uno de los dos morirá joven.
Nos hemos quedado en Europa definitivamente
y eso es lo que distingue nuestro odio
del odio de los demás.

Si me he tomado el tiempo de explicarte esto
es para que entiendas que sé llegar a cualquier sitio,
y que como tú dijiste un día la geografía me salvó.
Sigue un poco más y ya estarás en casa.
Por la mañana abrirás la ventana
y verás la nieve sobre la que hoy volaste.

Hemos vivido mucho tiempo solos.
La casa es pequeña,
nos costará aprender a movernos sin molestarnos
pero eso ya será parte del camino de vuelta.

 

 

Kinshasa 1974

¿A quién le sirve preguntarse tantas veces
si el daño mereció la pena?
Cada vez que me golpea yo pienso
que en mí hay una sabiduría antigua
que él jamás alcanzará.
Habla Mohamed Ali. Golpea Foreman.

He estado toda la vida reservándome
para encajar el golpe que nadie encaja,
agotando a mi adversario con los ojos,
hablando y bailando, bailando y hablando
la noche entera.

He dado un significado al verbo encajar:
hice un sitio para el que quería vencerme
y le di un lugar a su violencia.
He renunciado a ir a la guerra
y eso me ha quitado mi única pasión: boxear.

Habla Mohamed Ali. Golpea Foreman.
¿Qué debes ver en mi cuerpo contra las cuerdas,
en mi forma de moverme?
Que sigo siendo un salvaje
y que el salvaje se reserva para otra vida
que solo él ve en el horizonte.

¿Qué me queda a mí de todo eso?
Yo también tiemblo en la noche,
yo también soy un esclavo que ha escapado
o que quizá ha comprado su libertad.
Yo también tengo frío cuando hace calor
y calor cuando hace frío.
Cuando me miran con piedad yo también les digo:
si vamos a ganar ¿por qué estáis tan tristes?

Habla Mohamed Ali. Golpea Foreman.
Cuando peleas sabes que no puedes dejar
ni siquiera un guante en el suelo. Es el final.
Pienso en ti, que cuando ya no podías más,
me seguías viendo en pie,
era simplemente imposible tirarme al suelo.

Pienso en ti, que me ves escribir durante el viaje,
conocido o desconocido,
que me ves inclinado, rezando, inmerso,
y pienso en todos aquellos a los que di un momento de paz
que no se merecían.

 

 

Corrubedo (II)
Un hombre camina por la arena.
No es, digamos, un hombre de mundo.
Sabemos que cuando tiene hambre
se come los huevos de las aves.
Pasa deprisa desde el agua helada
a la sangre ardiente de los pájaros.

Es un hombre que se llama a sí mismo
supervivencia, belleza, espanto, música pura.
Es un hombre que nunca ha podido oír
su nombre sin pensar que era mentira.

Una vez encontró a una mujer en la laguna.
Ella le llamó el hombre sin ley.
Él le dijo he tenido tanta hambre,
he estado tan solo, he tenido tanto miedo
de la sangre y de las agujas.
¿Quién eres tú para bautizarme?
Comprendo que la bestia en ti no exista,
pero es mi razón de ser,
salir de casa en la tormenta, someterme al viento.

Mientras me alimentaba en la arena blanca,
bajo el cielo negro, pensaba, dónde vais a estar
mejor que dentro de mí, que soy vuestra madre.
En mí saciareis vuestra sed.
Nunca jamás dejaréis el nido.
Mi pueblo aún es abstracto,
pero he tenido una visión, y la sigo,
y allí donde solo hay rocas, tomará forma una casa,
y otra, y otra, como huevos de aves.

Es un hombre que se llama traición,
madurez, padre, asesino, fin del mundo.
Sabe que cuando llegue el día de su bautizo
no llorará como la mayoría.
Es un hombre que se llama a sí mismo
por el nombre que nadie se atrevió a llamarle nunca.

 

 

 

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