Angélica Valeria Sandi Peña | Bolivia

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BiografíaPublicacionesAutores Recomendados

Gestora cultural, poeta, actriz y abogada. En 2012 sus poemas fueron puestos en escena y convertidos en obra teatral con el título “Arrebatos” con el elenco Chonta Teatro, bajo la dirección de Paola Antezana. Ha sido colaboradora en las revistas SC Fanzine y la revista digital Agitprop. Co organizadora del World Festival Of Poetry. Actualmente forma parte del colectivo Poetas bolivianos y participa en la organización de eventos mensuales y lecturas poéticas. Y forma parte del taller permanente Poetangas, dirigido por el Poeta Gustavo Cárdenas.

– “1” y “2” (2013 y 2015)
-Ambidiestros, junto a Quincho Terrazas (2014)

Gabriel Chávez Casazola (Bolivia)
Alejandra Barbery (Bolivia)
Gustavo Cárdenas (Bolivia)
Orly Tumpa (Bolivia)
Quincho Terrazas (Bolivia)
Daniel Alberto Pérez Nogales (Bolivia)
Malena Martinic (Argentina)
Matías Mateus (Uruguay)
Nestor Cheb Terrab (Argentina)
Edwin Gamboa (Colombia)
María Tabares (Colombia)

 

Angélica Valeria Sandi Peña

 
 
 
FRASCOS DE TIEMPO

«Para mis días pido,
Señor de los naufragios,
no agua para la sed, sino la sed,
no sueños
sino ganas de soñar.»

Piedad Bonnett

Hay
quienes derramamos nuestra sed
junto al primer sol, que ahora
    es solo
una sombra redonda,golpeada en la pared
dejando de germinar días.

Y en la tarde
somos el caldo del que bebe
cada día la vida y
a cambio
    nos devuelve
nuestros restos desperdigados
en frascos de tiempo sin memoria.

Miro arriba y
los cargados algodones azules
van derramando lágrimas
sobre esta tierra árida
con habitantes de polvo.

Está húmeda la noche
Desde que el lago
carga dentro suyo
    todos los huesos
    de sus habitantes extinguidos.

Y yo
no soy más que la represa
de estos ojos
Que ya no sueñan ríos.
 
 
 

SONETO PARA SUSURRAR

Un minuto de muerte lleva dentro
la noche que llora con vinos tintos
y derrama su sangre en los patios
donde se asentaba el pájaro.

Las miradas se fueron al entierro
de todos los que fueron sueños tibios
los labios son dos puños silenciados
que no han llegado a su encuentro.

Esta desaparecida la noche
y antes de que se lleven mis hilos
que tus dedos dibujen la libertad

Y la noche despierte con tus ojos
cuando toda sombra le aceche.
¡Veo umbrales en la profundidad!
 
 
 

MAUSOLEOS

Hoy llevo el olor del cementerio
con sus flores ya marchitas
de los más tristes mausoleos
Siento asemejarme
a las guirnaldas opacadas
del tiempo.

Hoy los fantasmas
me ceden la sombra
los bebés me acompañan llorando
cuando entono la canción de cuna

Hoy los niños
me enseñan el juego
de las escondidas
esa que saben que finaliza
al partirse la luna
porque nadie los busca.

Hoy los ancianos
tiemblan describiendo
la guerra del pacifico y del chaco
y sus honrosos días en el asilo

Y un borrachito se me acerca
pidiéndome que le diga doctor
luego me cuenta su mejor farra
como no acompañarlo hoy
a destilar memorias.

No me esperen
esta noche es de aguaceros y sereno
quiero extender las manos
pero primero encierren sus murmullos
para reconocer los pasos
de mis muertos
que ya vienen a cremar mis dolores.
 
 
 

DESHOJANDO EL SILENCIO

Y para que retener
jardines en la mirada
o acumular lluvias
si mojada estoy de esperas.

Y minado esta mi pecho
de tanto fierro que albergan
estas pulsaciones.

Mi tiempo
se ha entregado
al barro de sus orígenes
ahora estás fragmentado
en mis costados que sangran.

Regálame silencios
porque tu voz
son frutos
esparcidos por mi vientre
    que palpitan.

Déjame cerrar los ojos
quiero ver
cuando la noche arranque
nuestras últimas flores del edén
para ofrendarlas
    a la muerte.
 
 
 

LUNA I (Ceguera)

Le he perdido rastro a la risa
las puntas de mi pelo
esa noche mojaron
mi cuello.

Cuando la vi
sobre el cemento
desplomada se apagaba
la estrella.

Ahí se derramaron
todas mis semillas
de la mirada.

Los habitantes
de los bancos de la vida
siguieron a carcajadas
con arcilla en los labios.

Dentro nuestro
se endurece
nuestro pan
de cada día.

La estrella
cada noche
se cubre con mantos de hule
Su palpitar entre ciervos
me ha comido la mitad de mis sueños.

Ahora sé
porque la luna
se esconde
en la espalda de los edificios a sollozar.

 
 
 
 

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