La Ubre Amarga utiliza soporte digital. Podríamos pensar que esto quiere decir, simplemente, que publicamos textos en la web y no en papel. Pero además de esto, somos de los que pensamos que ya que hacemos algo, mejor darle el sentido para el que nació el soporte en el que publicamos.
La web es una herramienta que fue concebida para compartir e intercambiar, para entrelazar puntos de información y hoy, más todavía, para permitir un diálogo e interacción. De esta forma hemos creado La Ubre Amarga en la que estás hoy con algunas opciones que creemos importante resaltar para que tú, la Rosca Editorial y todas las personas que se pasean por aquí no seamos simples usuarios, sino parte amarga de esta a ubre.
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Twitter es una plataforma que nos permite interrelacionarnos bastante bien a través de las lógicas de hashtags (#) a modos de agrupador de temáticas, además que con breves y concisos mensajes, acompañados de un vínculo, nos puede permitir compartir esa frase que tanto nos gustó, para invitar a leer el resto.
Hemos instalado un sistema que nos permite subrayar una palabra o una frase y que aparezca el pajarito para que al pinchar podamos compartir directamente. Si quieres seguirnos, nos encuentras en @laubreamarga.
Comenta un párrafo
Cuando leemos un texto, y más si es poesía, el comentar sobre todo el texto puede no ser suficiente. Queremos argumentar que una parte del poema pierde el ritmo en determinado momento, o que ese párrafo hubiese sido mejor eliminarlo.
De esta forma cuando estamos navegando, al pasar el cursor por encima de un párrafo, nos saldrá un símbolo [+]. Al pinchar ahí podemos dejar nuestro comentario ligado exactamente en ese fragmento.
Y por supuesto
Al final de cada publicación encontrarás un campo para dejar tus comentarios. Además puedes pinchar en la casilla «Notificarme los nuevos comentarios por correo electrónico» de forma que si el diálogo continúa sepas en qué momento ocurre.
2 comentarios
Filomena
4 agosto, 2020 at 10:03Comunión, de Iván Vázquez, es un antes y un después, un tijeretazo sublime a la, soledad, un tesoro en la miseria de este mundo